La madrugada estaba silente, a pesar del hacinamiento esa noche en particular no se escuchaba el ruido de los enfermos, de los que en vela rezan por el día de mañana, y de los que nunca duermen por temor a un filo mortal que pueda cerrar para siempre sus ojos. Los enemigos habían llegado, eran más de cien, armaduras antibalas, cascos, escudos, bombas lacrimógenas, de humo, armas cortas, largas y por supuesto mucho parque de respaldo. La operación furtiva estaba a punto de empezar. Pero todo ya se sabía, las informaciones se conocían desde hacia tiempo, los grupos estaban a la espera, armados, organizados por sectores y motivados para resistir.
Todo comenzó con las primeras bombas, el intercambio de disparos se intensifico y el infierno se desato por más de una hora, seguir y arriesgar la vida de los efectivos, no valía la pena, no se podía avanzar más. Del otro bando el mantenerse dependía de la movilización de las limitadas municiones, solo el gocho -Como lo llamaban-, podía cruzar la línea de fuego para entregar las balas, al final cuando se despejo el humo y no se escuchaban mas detonaciones, la única baja yacía en el piso sin vida era el gocho, su cuerpo era prueba de lo vivido esa madrugada en la cárcel de Uribana. El objetivo de la requisa extraordinaria eran las armas y una ametralladora que afirman está en poder del Aleixito, junto a algunas granadas fragmentarias que son de regularmente decomisadas, en los centros penitenciarios de todo el país.
Al día siguiente, declaraciones hablaban de que se está a la espera que los funcionarios del Ministerio aprueben las requisas aleatorias y sin notificación previa, para así lograr los objetivos, por otro lado los reos festejaban la victoria, al punto de decretar un día adicional de coliseo, al ya previsto para ese día, si el coliseo esa especie de feria sangrienta en la que se enfrentan los presos de esa cárcel todos los lunes, patrocinados por los jefes de los pabellones o clanes y quien sabe que otro sponsor externo. Para estos casos los médicos de emergencia del Hospital Antonio María pineda tratan de prepararse, saben que los martes recibirán heridos de todo tipo provenientes de la cárcel y que en algunos casos, por júbilo en el recinto penitenciario, el suplicio puede durar 48 horas y no siempre habrá garantía dar de alta a quien ingresa por los escasos recursos de los que se disponen.
El centro penitenciario de Uribana fue concluido en 1998 y entregada en 1999 con la promesa de cambiar el sistema penitenciario nacional, construida en 23.500 metros cuadrados y diseñada para 192 puestos para reclusos de máxima seguridad, 400 de mediana y 236 de mínima, con anexo femenino para 63 reclusas, pero hoy tiene 1427 internos.
Los coliseos ó peleas programadas en esta cárcel - Algunas a muerte -, solo son una muestra que la barbarie de los romanos con sus esclavos, ha sobrevivido hasta nuestros tiempos, con la diferencia que por aquellos tiempos, con el solo movimiento de un pulgar el Cesar decidía quien vive ó no, hoy a nuestro Cesar criollo, ni sus diez dedos, ni el bosque de manos alzadas en la asamblea, le sirven para decidir algo por los derechos humanos de estos venezolanos, de los cuales el 60% no tiene sentencia firme. Otro gran coliseo está pautado para el 26S, allí tu dedo meñique lleno de tinta al votar decidirá el futuro, si vive ó muere nuestro país.