miércoles, 18 de noviembre de 2015

Las cinco maletas



Tener estudios universitarios, habilidades de comunicación muy por encima del promedio, manejar matemáticas, porcentajes, estadísticas, proyecciones, poseer valores que te cualifican para trabajar en equipo y siguiendo directrices, o sin supervisión lejos de casa, tan solo armado de la voluntad de llegar al objetivo, confianza en sus capacidades y una actitud de tamaño mayor, a la adversidad del momento, son algunas de las competencias que muchos desearían tener o que tuviesen sus compañeros de trabajo, y si a esto se le suma ese don de gente que se presta para ser amigos, cultivar relaciones, y excelente presencia, da como resultado, un excelente profesional capaz de destacarse en cualquier empresa, involucrarse en diferentes proyectos y reinventarse para seguir dando lo mejor de sí, como líder y ejemplo de constancia para los suyos y su país.
En un país donde la impunidad es la regla, la adoración al dinero fácil y el poder para atropellar “ Como sea” a quien sea, la gente honesta y trabadora, no solo es blanco del hampa, lo es del deterioro de los servicios, la agresividad del medio, la inflación, y de la estructura ideológica, que se ha construido, para deteriorar los valores de trabajo, educación, seguridad, paz, justicia, y sus resultados más deseados,  productividad, merito, confianza, tranquilidad calidad de vida, es por esto, que cada vez que un trabajador de alto nivel se va del país, la estructura social de nuestro entorno se desgarra, y cuando esto se multiplica, el balance hacia el futuro, presenta declives peligrosos, sin embargo no todos se van, algunos de estos héroes con nombre y apellido se quedan, aferrándose a la esperanza de un cambio que estoy seguro está por venir, aunque mientras este llega, el tsunami de incoherencias, desaciertos, ambiciones, rencores, corrupción y crímenes mayores, bajo el nombre de una ideología de lo absurdo, el atraso, y la negación del futuro, acaba con la producción, las empresas, la estabilidad de nuestra economía y sobre todo la base de nuestra gente trabajadora, sus puestos de trabajo.
Durante mis 20 años de experiencia laboral he tenido que asumir diferentes roles donde, por diversas razones se ha tenido que liquidar trabajadores, muchos de ellos de mutuo acuerdo, otros porque sus intereses no coincidían con los de la empresa, o factores como la falta de responsabilidad, impuntualidad, maltrato al cliente o deshonestidad, requerían un acción al respecto, pero nunca como en estos tiempos país, sin razón alguna.
Hace ya un par de semanas, me tocó vivir esta tan indeseada situación que todos los días viven miles de venezolanos, de un equipo de 10 excelentes trabajadores, ya no están cinco, y en la compañía ya no están 50 y en lo que va de año en este tipo de empresas y van más de 4000 puestos de trabajo, léase personas, familias, amigos, afectados por un modelo económico insostenible, que lleva a tomar decisiones netamente financieras.
Cinco maletas, cinco excelentes venezolanos responsables de familias, cinco ejemplos de lo que quisiera que fueran modelos para las próximas generaciones y no estos jóvenes que llevan vidas de raperos revolucionarios, a costa del polvo blanco y recursos mal habidos.
Cinco maletas, cinco personas de bien como las que tú conoces, o quisieras conocer, cinco marcas, pero también cinco razones más, para luchar por el cambio.
Feliz día del visitador médico.