El trafico estaba
pesado, la ciudad mostraba sus dientes, desde hace días el clima de
incertidumbre se palpaba en la calle, en los mercados, en cada rincón del país,
los rumores, la devaluación y las contradicciones sobre lo que se informaba, no
hacia fácil apostar a la predictibilidad de los días siguientes, sin embargo,
la dureza de una realidad traspasaba las paredes del hospital militar, caras de
preocupación, seguidores del presidente en una vigilia constante, hacían dudar
hasta a los más allegados, allí en medio del caos vehicular, solo la música de
mi radio me abstraía momentáneamente de ese frenesí humano que busca llegar a
la seguridad del hogar. Cuando la música del himno nacional me anunciaba otra
cadena mas, mi primer impulso fue apagar el aparato, pero sin preámbulos la voz
de Maduro anunciaba que el presidente había muerto! Desde ese momento su voz
solo paso a ser un susurro inentendible, mis pensamientos estaban dándole busca
al escenario ya conocido de esta situación y pensé, descansó! ¿Sera que su
descanso contribuirá a la paz?
No puedo colocarme en
el lugar de sus familiares más cercanos, ni imaginar su dolor, no quiero
ponerme en los zapatos de quienes lo adoraban, respeto su tristeza y
desconcierto, aunque no sus idolatrías, y es que entre amigos, el respeto y la
confianza nos permiten recibir consejos y al final del día, decir yo me quedo,
pero tú te vas, a manera de reclamo al amigo por el abandono circunstancial en
la situación, pero con la certeza de que tu amigo sabe que saldrás airoso.
En
el caso del presidente este no era mi amigo y mis diferencias eran con sus
ideas no con su humanidad, no estoy contento con su partida, pero tampoco tengo
esa tristeza hipócrita de muchos, si, el se va, pero a sabiendas de que no
quedamos bien, yo me quedo, y me quedo con el paquetazo, con los apagones, con
la inseguridad, con la producción en el suelo, con la deuda y la soberanía mancillada,
me estoy quedando con todo, y tú te vas, a un lugar mejor, sin sufrimientos, te
lloraran, pero sanaran, como sanara el país, yo me quedo, pero también con la
esperanza, la reconciliación y la visión de un futuro mejor.