Hay sueños que no se
rompen, muy a pesar de personas, ideologías e intereses, cuyos propósitos riñen
con las buenas costumbres, la prosperidad, el desarrollo humano y las
posibilidades de ver a los demás, como conexiones necesarias en la búsqueda de
una mejor sociedad y país.
Ser feliz no es cuestión de
conformismos, si bien es cierto que muchos son felices con lo poco que tienen,
esto no significa que hay que tener poco o nada para ser feliz, de hecho, la
felicidad no es un número absoluto, es un proceso de auto reconocimiento, que
involucra ganancias y pérdidas emocionales, control, manejo y administración de
situaciones, que junto a una asertiva actitud, conlleva al placer de dar
felicidad, aceptarla y vivirla como una parte necesaria para la salud, nuestras
relaciones personales y como objetivo de vida. Proyectarse por encima de las
necesidades básicas y ampliar nuestros horizontes a una vida mejor, es lo
contrario a quedarse estático, defender posiciones por miedo a perder cosas que,
por inacción, ya se han ido de nuestras manos, a las manos de otros o al vacío
de un caos, provocado para sustraerte la voluntad, el deseo y hasta la vida.
Recuperar nuestra
felicidad, tomar control de lo que la hace posible, reconocer y capturar, todos
esos detalles que nos invitan al buen humor, la gratitud, la sonrisa, el
saborear de lo bueno, disfrutar de los detalles, aromas, gustos, invitarse a la
fiesta de la imaginación positiva, elevada, conectarnos con el presente, sin
huir del nuevo amanecer, reinventar las caricias, adentrarse en las notas
musicales de una canción, crear en tu mente el video de tu vida a full color,
ser o no, quien quieres ser, lo que te gusta, te mueve y te lleva al encuentro
con la mejor versión de ti, es una prioridad para este 2017, necesitas la
felicidad para salir adelante, para generar los cambios que se necesitan, para
sobrevivir a la insania mental de una Venezuela irreconocible, perdida en sus
bases, para poder avanzar en los sinsabores de la precariedad mental, y estar bien,
por encima de todo, superando los bajos, con altos de ánimo, las caídas, con golpes
de altura, y la baja moral, con la entereza de sabernos dueños de nuestro
destino y nuestra felicidad.
Feliz 2017