sábado, 15 de octubre de 2011

El rumor de las piedras


Pocas películas han logrado esa conexión sentimental con el espectador, como el rumor de las piedras de Alejandro Bellame, la producción cinematográfica, enmarcada dentro de una realidad familiar -Más cercana de lo que se puede imaginar- nos lleva a conocer personajes que a pesar de aferrarse a sus valores, se confrontan con la indefensión y se divorcian de la felicidad, en la búsqueda de sobrevivir a un mundo que les niega una salida, y les atrapa en una espiral descendente, donde el amor de madre, es la única herramienta para esculpir un futuro mejor, La actuación del niño Juan Carlos Núñez, en un personaje difícil, atribulado, lleno de rabia y decepción, es una luz, que nos compromete con la niñez de nuestras calles y nos llena de esperanzas, al ver la una sonrisa, que sepulta todo lo vivido, dando paz a una historia llena de conflictos.


El rumor de las piedras, es un secreto a voces que se escucha cada día con más fuerza, que nos hace viajar en la piel de quienes su frustración, les ha hecho olvidar el reír, pero no el soñar, es el anhelo de querer ver un cielo azul bañado de mar, que nos permite la felicidad en las cosas sencillas de la vida, es curar el alma con una dosis de nuestra propia existencia. Es preguntarse ¿Vale la pena seguir la misma cotidianeidad? ¿Valdrá la pena salir de la única vida que se conoce? ¿Cuándo nos arriesgaremos a una vida mejor?

Hoy este esfuerzo cinematográfico, está entre las películas a ser tomadas en cuenta por los premios de la academia - Oscars - como mejor película extranjera, pero creo que será nominada por todos aquellos que animen a verla, como mejor película reflejo de nuestros días, premio que llevara en los corazones de quienes como yo, la vio como un aporte a la sensibilidad y responsabilidad con nuestros niños y familias.

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