lunes, 29 de marzo de 2010

De la Uninominalidad, al asalto de la ley

Uno de los grandes logros de la evolución política llevados a la práctica, es sin duda la elección uninominal. El conectarse con la gente, el votar por alguien y no por una tarjeta, el tener esperanza en una persona con criterio y tener a quien pedir cuentas. Eligio a líderes con propuestas e ideas, que necesariamente se sometían a consenso dentro del congreso, y en algunos casos levantaban la voz llamando a la conciencia, originando partidos nuevos y nuevas vías de conectarse con la gente.
Recientemente muchos hombres y mujeres grises o más bien rojos, llegaron a un parlamento sobre el impulso de lo que fue una promesa encarnada en un líder carismático, que ofrecía luchar contra la corrupción, acabar con la pobreza, generar empleos, impulsar la economía, lograr el desarrollo agrícola, y así pasado su periodo, entregar el mando a otro que continué, con los proyectos concebidos.
Una pequeña parte de ellos estaban claros, con el fin ulterior del régimen de instalarse en el poder por siempre, otros, si sencillamente no pudieron ser absorbidos, o “convencidos”, se encuentran en una especie de purgatorio, donde penan levantando la mano. a pesar de saber que no serán escogidos por el líder y la cúpula, para regresar al hemiciclo nacional, pero en conocimiento de la persecución a la que pueden ser victimas junto a sus familias, y de la perdida de privilegios de todo tipo a los cuales están acostumbrados.
Hoy las acciones planificadas en vista de la pérdida de popularidad, se radicalizan aun mas, avergonzando a propios y ajenos, ocasionando que muchos dentro del proceso quieran salir despavoridos, siendo unos pocos los que marcan distancia de manera sutil con su separación, mientras otros se paralizan en la asamblea nacional, cuando a semejanza de un grupo comando las ordenes del líder llegan sin previo aviso, se escucha una voz que ordena, arriba las manos esto no es un asalto, (algunos no entienden, otros se petrifican pero todos, obedecen), esto es una votación, y sin contar las manos repican, lo que sea que proponemos queda aprobado.
Hoy la inseguridad llego a la asamblea nacional, hasta la ley puede ser tomada por asalto