jueves, 6 de octubre de 2011

Expedientes mentales

El mal de alzhéimer, es una enfermedad neurodegenerativa en la cual las neuronas van muriendo, ocasionando un deterioro de las habilidades cognitivas, y otro tipos de trastornos asociados a la conducta, cuya manifestación más común es la demencia. Tener a un familiar con esta patología, es realmente doloroso, ya que la interacción con el ser humano, va asociada a sus vivencias, personalidad y de cómo reacciona a lo más básico de la humanidad, reconocer a un familiar, a su pareja, al amigo y su realidad. Sin embargo en algunos pacientes el perder la memoria, los embarca a viajar a un mundo del que solo ellos son dueños, y en el que todos apostamos, alcanzan la felicidad de quien no se atribula con los problemas típicos de la realidad, y no debe llevar a cuestas las preocupaciones de todos los días.

En el caso de quienes su memoria se mantiene sana en el tiempo, escapar de los malos recuerdos, no es tarea fácil y en el caso de las malas acciones, la lucha para evadir el llamado de la conciencia - Para quienes la tienen – no es nada comparado, con el trabajo de burlar la ley, vecinos y familiares, y es aquí, donde – Como le gusta decir a los socio-comunistas del gobierno – el problema es estructural, pero no de la estructura de la IV republica. El problema es el afianzamiento de la estructura de la impunidad, falta de control, proliferación de antivalores de parte de los lideres, destrucción del aparato productivo, intervencionismo, expropiaciones, improvisación, y poner por encima de los problemas y su gente, el interés político de la permanencia eterna, lo que hace que en estos últimos diez últimos años, los ladrones, asesinos, narcotraficantes y malandros en general, asuman que la memoria colectiva no vale, no sirve, no recuerda – Es igual matar uno que diez - ¿Qué importa robar, si el gobierno roba? Porque quitarle la empresa a alguien sin pagarle, también se entiende como un robo, a pesar de que el procedimiento este enmarcado en lo “legal” y ahora para colmo de males, luego de una década de no modernizar el sistema de justicia, y carcelario, se pretende – Como todos los ámbitos de la sociedad – que se olvide todo lo malo, que la culpa sea del capitalismo, y con el mayor de los desparpajos, borrar los antecedentes públicos, de estos nuevos amigos de la revolución, a cambio de que todos tengan cedulas y puedan votar por quien los abraza en su impunidad, y exprime con un sistema que comercia, con sus traslados y juicios expeditos y beneficios, como si borrar los antecedentes púbicos, les fuera a garantizar un empleo a los que salgan de nuestras cárceles , empleo que no han sido capaces de producir para los jóvenes, que decidieron estudiar, en vez de delinquir, así como también quieren borrar todo lo mal que lo han hecho, vendiéndose como una opción nueva, desestimando, que en nuestras mentes, todos ellos tienen antecedentes, muy bien guardados y que no se pueden borrar de un plumazo, antecedentes, que lleva la colectividad en sus, expedientes mentales.