miércoles, 22 de diciembre de 2010

Carta de Belcebú en respuesta a Eduardo Semtei

Primero que nada quiero agradecerte que me escribieras, ya que la mayoría piensa que no es lo mismo escribirme que verme llegar, en primer lugar quisiera aclarar la duda que tienes con respecto al pedir casas en la lagunita, Mercedes Benz y otras de esas cosillas, esas cosas no se piden, se ganan y las doy con mucho gusto como comisiones por los favores recibidos en mi sucursal del PSUV – Pandemonium Sinfrenus Ultrajatum Venezuelam -

Para ti deseado ex colaborador - Que cosas con eso de los arrepentimientos sinceros-, las cosas van “pior”, pero en realidad están marchan a paso de vencedores, dentro de los lineamientos estratégicos que he planteado para tu país Forever more -¿Qué tal? Ay tokin guachinton tu – quisiera decirte que el negocio redondo que me planteas además de verlo filoso, no tiene nada de negocio para mí, como se te ocurre que voy a hacer 100.000 casas por año, cuando tu sabes muy bien que esto lo que haría es hacer propietarios y gente digna, que a mí no me servirían para nada, estoy seguro que se lo agradecerían a dios y no a la revolución que dirijo desde esta cómoda paila. ¿En qué momento le quitaste una lumpia a aquel amigo tuyo - El del cuento del yate y los seguros, que tu sabes que es mentira – y tuviste la osadía de fumártela?, ¿No sabes que reducir la inseguridad, es reducir los malandros y por ende reducir los ingresos a mis filas?, y esta de mas decir que quienes roban la salud de la gente con corrupción e indolencia también son míos. ¿Ah ya se te parece que las almas de los 131 diputados que no repitieron son negociables? Pues no, a esos solo los salva el arrepentimiento verdadero mostrado en acciones y no de la bolsa de New York, los del Poder Moral ó Ciudadano, los ministros ¿Como me ofreces algo que es de mi propiedad?

Sin embargo hay algo en tu carta que realmente ha llamado mi atención y por eso la razón de responder tu carta, si, esa alma que me tendrías reservada de ganar en el 2012, y es aquí donde todos los abogados que tengo conmigo - Casi todos – me han dicho que debo negociar, ya que dicha alma valiéndose de un arrepentimiento, acompañado de lagrimas en una sotana, un crucifijo bendecido por un cura y el perdón de un cardenal, a pesar de tener excelentes condiciones, ha quedado en un limbo legal el cual estoy seguro de solventar con tu ayuda, es por esto que a partir de este momento le retiro la investidura de embajador, así podrán verle la cara que realmente tiene, cuenta con la ayuda que necesites incluyendo a los que pronto los traicionaran y los que abrirán sus ojos.

Se despide por ahora Mr. Leviatán no sin agradecer el derecho a replica, y su recontra arrepentimiento, gracias

P.D. Este escrito es en alusión al artículo publicado en El Nacional el 20/12/2010 en cuerpo A página 3 por Eduardo Semtei “Carta al señor Belcebú”