lunes, 31 de octubre de 2011

Novio mutante


No tiene sentido, tratar de entender a quienes ejercen la violencia, y mucho menos si su objetivo es la mujer, la violencia de género, es un mal tendente a convertirse en una pandemia, que carcome las bases de la sociedad, y que puede estar asociado a la falta de educación, impunidad, machismo como idiosincrasia y a la cultura de la violencia como medio en la resolución de conflictos, siendo la deshumanización de la mujer, en algunos países un arma más. Y es que los datos a nivel mundial nos hablan de 4.000.000 de mujeres muertas a consecuencia de la violencia, siendo el caso de El Salvador el país que tiene la tasa de femicidios más alta del mundo, con 197% de crecimiento en la última década, ni hablar de Guatemala - 5.300 entre 2001 2010 - o de las 1.464 mujeres fallecidas por causas violentas entre el 2003 y 2010 en Honduras.

Venezuela no es la excepción a esta cultura del maltrato, aun sin poseer estadísticas confiables - En muchos casos no se tienen - y donde la posibilidades de acceder a la información oficial está restringida, algunos datos están a la vista, en la exposición de motivos de la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, promulgada en 2007, allí se desnuda una realidad con esta aseveración “Cada 10 días muere una mujer por violencia de género en Caracas".

Y aunque se han hecho avances, este flagelo apenas está siendo reconocido en materia judicial, con la creación de los 41tribunales especializados en violencia contra la mujer, lo cual ha acumulado puntos ante las Naciones Unidas, para fortalecer los valores del índice de desarrollo humano, sin embargo las cifras obtenidas por declaraciones de una magistrado del TSJ son alarmantes. “No es cualquier cosa saber que en esta Venezuela del siglo XXI cada hora se produzcan 4 casos de violencia contra la mujer y cada 15 minutos una de ellas es maltratada por su pareja. No es cualquier cosa que en esta patria bicentenaria cada 10 días mueran 3 mujeres a manos de su pareja” Esto es algo realmente aterrador, mas cuando sumamos los altos índices de impunidad, a los que groseramente nos ha llevado el gobierno y su sistema judicial, que en el mejor de los casos, nunca baja de 90% específicamente en el caso de los homicidios, si sumamos estadísticas citadas por Larrion Zugasti en su libro Mujer violencia y salud, donde se habla de que las probabilidades que tiene una mujer de ser agredida por su pareja o “Ex” es seis veces mayor, que ser atacada por un desconocido, confirmando los datos de la Organización Mundial de la Salud que expresan ”70 % de las mujeres que son víctimas de asesinato mueren a manos de su compañero” Algo definitivamente no anda bien.

Pero todo esto no queda allí porque la violencia de género no es únicamente física, datos del informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe - CEPAL - revelan que en América latina y el Caribe el 40% de las mujeres son víctima de violencia física y el 60% es violentada de manera psicológica, lo cual no es un más, que un preludio antes consumar la violencia física. Que en muchos casos es como un virus, ya que se repite con mayor frecuencia en parejas que provienen de familias afectadas por la violencia domestica.

Ya Leonor Walker en su libro “Mujeres maltratadas” escribía sobre el ciclo de la violencia, tensión, agresión, calma o remisión, donde esta última es la más peligrosa, ya que en ella desaparece la violencia y la tensión conscientemente, entonces allí el perpetuador manipula afectivamente a la víctima con regalos y dadivas, para convencerla de que se quede a su lado, haciendo creer que todo cambiara, cosa que nunca sucederá.

Abordando el tema fuera de los datos, siempre le digo a mis primas, amigas y en cualquier audiencia a todas las damas, que vivir en una relación, no es la alquimia de la vida, si conocen a un alcohólico, ladrón, estafador o abusador, este no va a cambiar su condición, tan solo porque les brinden su amor, si su novio o candidato, es agresivo y celópata, no esperen se transforme a dócil y seguro, por el poder de sus besos y abrazos.

Venezuela también es una mujer, y como muchas, maltratada por un novio que la enamoro, la golpea y la convence de seguir a su lado, que le dice que la quiere, pero la somete ante sus deseos, y es que el problema de Venezuela como en el caso de las damas, parte de una mala elección, y seguir haciéndola. Venezuela tiene un novio cruel, que a veces parece un angelito, un novio mutante que se ha transformado, de golpista a demócrata y luego a comunista, de paladín de la verdad, a fabricante de promesas incumplidas, de vendedor de ideas a carcelero de sueños, Venezuela como muchas mujeres necesita tu ayuda, llego la hora de hacerle ver que se equivoco, que basta de agresiones y mentiras, que para cambiar hay que tomar la decisión, la elección y la solución está en tus manos. Y pobre de aquellas que se queden con su novio mutante.