sábado, 18 de febrero de 2012

Un disfraz que le guste al jefe


Como todos los años llego el carnaval, y con él las decisiones difíciles, para Abelardo, joven estudiante, con ideas socialistas, becado en una misión e hijo de un diputado. Ir a la playa era un sacrificio logístico, que implica precios al doble de lo normal, establecimientos que se les acaba la comida, donde sistema eléctrico colapsa – En su caso cortes programados - Falta el agua, abusadores haciendo guerra de minitecas a la orilla del mar, redundando en las canciones que dicen muévete y mamita, las largas colas en el camino de ida y vuelta, telecajeros que solo dispensan excusas y otras razones.

Tomar la vía aérea, para cualquier destino ya en si es un sacrificio con los vuelos suspendidos de la línea del pueblo – Conviasa - primero recuerden que la prioridad es Margarita, y como de costumbre los vuelos se retrasaran, porque el avión tendrá que hacer unos viajecitos a la isla, mientras él, espera cómodamente, en el zafarrancho del aeropuerto de Maiquetía, en el cual, habrá uno que otro baño sin agua, nadie dará información fidedigna, todas las líneas querrán embarcar por la puerta 5, ya que sale más barato vía autobús, aunque se corra el riesgo de que colisione con un avión. Claro está que para Abelardo, eso son nimiedades, que se están solucionando y seguro tendrán respuestas en los próximos 10 o 20 años, dentro del marco de la revolución.

Sin embargo, aunque para algunos lo del carnaval no es tan importante, Abelardo coincide con el gobernador de Monagas, el carnaval hay que vivirlo, aunque haya que limpiar las calles con el agua que no se tiene en las tuberías, y para eso se necesita un buen disfraz, uno que sea bueno, bonito, barato, endógeno y socialista, y es allí donde la cosa se le pone difícil, y ya verán porque.

De superhéroe, no, porque el único superhéroe es el comandante, de árabe tampoco, porque podemos ofender a nuestros hermanos Iraníes, - Lo mismo seria de chino ruso o indígena - De mosquetero o Robín Hood, imposible ya que ellos son la imagen viva del líder, de marciano o extraterrestre, es un peligro, quien sabe si estos están encompinchados con el imperio, cosa que no agradaría en el PSUV, de cura, ni loco esos son unos desestabilizadores, de rumbero, jamás la revolución es algo serio, de militar, para nada eso no es un disfraz, de pirata, podría traer problemas con algún ministro o funcionario, de médico, tendría que asegurarme que fuera comunitario y lo que se quiere es la igualdad.

Abelardo pensó y pensó, en un disfraz que lo hiciera ver obediente, dispuesto a avanzar a paso de vencedores, que entendiera y aceptara las promesas, que no protestara, que no oliera a imperio ni a empresa privada, que compartiera una sola visión de las cosas, que lo hiciera ver como uno de muchos camaradas y sobretodo un disfraz que le guste al jefe, y así fue, sus plegarias al che, dieron fruto y lo encontró.

Este carnaval ira con su frente mirando el piso, disfrazado de zombi, ideal para agradar al jefe, sin ningún conflicto de intereses, el problema está, en que el carnaval pasa y el pueblo queda, y no todos querrán seguir usando el mismo disfraz.