lunes, 7 de marzo de 2011

Sin el mejor disfraz

Ahí estaba yo tratando de confundirme entre la multitud, de ser uno más, pero algo andaba mal, la gente me miraba. Todos se daban cuenta de mi presencia, al principio pensé que eran ideas mías, mas en la medida que la fiesta transcurría, me convencía de que mi disfraz los molestaba. Blanca nieves - De pelo rulo y acento andino- me hizo una mueca de desaprobación y se fue a bailar con frankenstain, que visiblemente no sé afeito y vestía una franela del che Guevara, una de las hadas madrinas le susurro a un Superman envejecido - Con cara de Sheldon el de Bin Bang Theory - algo así como, no se debería permitir… Cuando yo era presidenta… El único que se atrevió a dirigirme la palabra, fue, uno de los tres chiflados que con unos tragos de mas, confundía las eres con las eles, además de tambalearse como un porfiado , pero como borracho no es gente y me sentía mal con tanta indiferencia, me fui a una esquina, mientas buscaba en mi mente alguna razón para tanta inhospitalidad, no terminaba de entender, hasta Batman y Robín ya barrigones con sus escoces en mano me miraban raro, lo cual viniendo de ellos era toda una redundancia. En eso se formo un barullo cuando sacaban a alguien que se quiso colar, disfrazado de chofer del metro, entonces a ritmo de los hermanos Lebrón, entro una loba vestida de Shakira ó al revés y todo se aclaro, la culpable de todo esto era Anita, y yo tenía razón, nadie entendería. Por muy autentico y real, que fuera mi disfraz.

Eran las ocho de la noche, sonó el teléfono y escuche, a que no adivinas a que fiesta me invitaron y a que no sabes quién me va a acompañar, hasta allí todo era normal, ella me hablaba de la fiesta, yo le decía lo aburrida que seria, ella me rogaba y al final terminaba llevándola a un sitio lindo a cenar como resultado a un plan de huida, que nos salvaba de un rio de bostezos y de cuentos interminables y aburridísimos. Pero esta vez Anita se resistió, me dijo no señor es la mejor fiesta del año, la va a pagar PDVSA, va a ser en la cancillería, van a los diputados, el alto gobierno, nosotros y va a ser de disfraces, ¿De disfraces? ¿Pero yo no tengo ningún disfraz? Tranquilo ya lo resolverás.

Desde ese momento empecé a barajar opciones en mi cabeza de cuál sería el disfraz más apropiado para lucir en una reunión tan sui generis, pensé en algo clásico, de Zorro, pero el hecho de encontrar muchos sargentos Garcias convertidos en generales ó que alguien viera mi pecho diciéndome… ¡Ah Zocialista afrodesendiente ¡ Me hizo cambiar de parecer. Por supuesto de negrito, indígena, conquistador Español, Bush, Uribe, sindicalista, estudiante, ganadero, ó de demócrata, podrían ser una ofensa para los invitados, ni se diga de cura, empresario, agricultor, huelguista árabe, diplomático ó miembro de alguna ONG de derechos humanos, esto no estaría acorde con el ambiente festivo. A ver, a ver… ¿y si me visto de damnificado? Mejor no porque son capaces de pasarme al piso donde los tienen, así que me pregunte ¿Qué cosa identifica a todos esos invitados y al gobierno en sí? ¿De qué cosa me disfrazo que me sientan como uno de ellos? ¿Que sería ideal para disfrutar de la fiesta sin pensar en esos rostros detrás de sus mascaras? Ya se iré de malandro ¿ Que mas malandro que un gobierno que hay que presionar con huelgas, para que cumpla el mínimo de sus responsabilidades? ¿No es de malandro amenazarte con quitarte todo si no haces lo que quieres? ¿Qué mas malandro que asociarse con otros de su calaña? ¿No es de malandros, vivir de los demás, disfrutar con sus amigotes y repartirse el botín?

Así que fui de malandro, ¿pero qué creen que paso? Me confundieron con pueblo, ¿y Anita? Al parecer fue de primera dama, porque cual conciencia nunca llego, y me dejo allí, sin el mejor disfraz.