martes, 25 de mayo de 2010

El gran acaparador

Para que exista el acaparamiento debe existir un mercado muy incipiente y de pocas posibilidades de crecimiento a corto plazo, donde no hay suficiente oferta y donde los sistemas de comunicación no permiten saber qué pasa con, la falta momentánea de algún producto, en el caso de Venezuela aceptar que existe el acaparamiento es admitir la reducción del mercado, en base a la destrucción del aparato productivo, la falta de divisas para importar lo que el pueblo requiere, o la ineficiencia del manejo de ambas.

Quiero recordarles a todos, que no hace mucho se decomisaba cemento a los ferreteros y a las plantas de cemento, porque supuestamente acaparaban, luego se intervinieron las mismas y se procedió a la expropiación, que todavía está en litigio, y como resultado de esto el estado capitalista – No socialista como dicen- es el único dueño de la producción de cemento del país, lo que se traduce en que no hay cemento, La destrucción de las hectáreas de caña de azúcar y el asalto a las fincas productivas y expropiación de los centrales azucareros, nos obliga cada día a importar más azúcar y por supuesto azúcar no hay, Lo mismo con el café, con los fertilizantes, los productos derivados del hierro y aluminio, los cuales están en un 100% en manos del régimen. Eventualmente ocurre con la gasolina de 95 octanos, toda la generación de energía eléctrica “ahora es de un pueblo” por lo que el mismo no ve luz, se expropio Monaca, para pasarse a la incontable lista de propiedades del estado , por lo que se espera un futuro negro para el pan y el arroz, que les puedo decir de la industria pesquera, donde los créditos llegan, pero a los pescadores del Ecuador, y las restricciones a los concesionarios y plantas ensambladoras de vehículos, que hace casi imposible - para quien puede- adquirir un vehículo nuevo.

El control de precios de espalda a la realidad, como en el caso de la carne aunado a la falta de producción, hace que el único que importa carne - El gobierno - pueda acaparar para vender solo en “su amplia red de distribución”.

No quiero caer en temas que pudiesen no ser llamados como acaparamiento, como lo es la seguridad, el acceso a la moneda extranjera, los medios de comunicación, el derecho al porte de armas de manera legal, la justicia imparcial, el derecho al trabajo, Bolívar y los símbolos patrios.

La realidad es que cuanta felicidad nos daría que el régimen, hubiese fundado una - Aunque sea una- empresa de producción social que se acercara a la productividad, eficiencia y valor social que tienen el grupo de empresas polar, y lo que significan para el país en muchos ámbitos. Razón tienen los trabajadores de Polar de defender su derecho a no trabajarle al régimen y a defender la propiedad de la empresa, que es quien ha garantizado su calidad de vida en estos años - No el líder del proceso -.

Como conclusión se deriva, que el acaparamiento existe, pero donde algunos no quieren ver, ¿dónde está? , allí, donde reina el gran acaparador.